Poesía
La primera guerra mundial provoca una grave crisis en la evolución del modernismo. Desde algo antes de 1920 pueden considerarse
iniciadas las literaturas nacionales; pero se nota en ese momento un gran desequilibrio entre tendencias nuevas y estilos
anteriores.
Escritores jóvenes afirman su personalidad e incorporan sus respectivas nacionalidades a la literatura universal. Durante
el modernismo aparecieron no sólo algunas de las ya citadas reacciones como la del mejicano González Martínez sino, además,
otras precursoras de los vanguardismos posteriores, que lograron armonizar con gran habilidad las viejas músicas poéticas
con los más arriesgados y detonantes barroquismos hacia las locuras antirrealistas. La poesía fue la más susceptible a los
extraños modos nuevos.
El uruguayo JULIO HERRERA Y REISSIG (1875 1910) combina en sus poemas lo barroco con un humorismo personalísimo. Su poesía,
iniciada bajo el gusto dieciochesco del simbolismo francés, trascendió a Europa y llegó a ejercer influencia sobre algunos
poetas españoles como Bacarisse y García Lorca. En sus obras completas (Montevideo, 1913) encontramos una gran originalidad,
en una abigarrada sucesión de heterogéneos motivos antiguos y contemporáneos hasta llegar, con fina ironía, a los más extremados
vanguardismo. Cantor del tiempo en su poemario Las Pascuas del Tiempo, consigue estrofas maestras por su arquitectura,
como las del poema Su majestad el Tiempo, por su predominante ritmo anfibraco:
Su frente de viejo ermitaño
parece el desierto de todo lo antaño:
En ella han carpido la hora y el año,
lo siempre empezado, lo siempre concluso,
lo vago, lo ignoto, lo iluso, lo extraño,
lo extraño, lo iluso...Su poesía, ingeniosa y arbitraria, conjuga los más diversos
recursos poéticos. EI vanguardismo en la poesía iberoamericana se extendió; pero sin perder su matiz autóctono frente a lo
europeo y el criollismo, constituyó la manifestación mas genuina del arte literario continental.
El creador del "nativismo" el gran poeta uruguayo Fernán Silva VALDÉS (nacido en 1887) que lo inició, según su propia
explicación, con expresiones y palabras de frescura bárbara. Después de un libro modernista, Ánforas de barro (1913)
da categoría poética a las formas populares en su trascendental libro Agua del tiempo (1922), con los clásicos motivos
rioplatenses del ombú, el pago, el potro, etc.
El ensayista EMILIO ORIBE, también uruguayo, cultiva la poesía vanguardista hacia el ultraísmo.
Pero el más representativo de la vanguardia poética americana fue PEDRO PRADO (1886 1952), que fundó en Santiago el grupo
de "Los Diez" y la "Revista Moderna", la cual influía sobre los poetas jóvenes. El poeta parece pensar más en
la tradición poética española del siglo XVII que en Rubén Darío. Con "Flores de cardo" (1908), Prado inicia en Chile
el "versolibrismo"; pero sus prosas poéticas, Los pájaros errantes (1915) y los sonetos de El camino de las horas
están mas relacionados con la mencionada tradición. En Palabras del relato del hermano errante encontrarnos versos
de impresionante lirismo, que parece alcanzar su máxima expresión en Alsino (1031), fórmula novelesca de realidad y
ficción que se considera su obra maestra. Como si fuera el centro del universo, cree que todas las cosas se acercan o se alejan
de él. Se siente volador y, tras vuelo nocturno, llega a una trágica angustia preexistencialista. Raúl Silva Castro ha dicho
de este poeta que lo propio en él es arrebatar consigo a las almas estáticas sobre las cuales pesan las ataduras carnales.
En el hondo lirismo de Prado hay una concepción pesimista. Volvernos a encontrar su patetismo en un poeta del sur de Chile:
PABLO NERUDA (Neftalí Ricardo Reyes, nacido en 1904) que gana universalidad con sus primeros poemarios de primaria popularidad,
Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1921) y Crepusculario (1936), algunos, de tanta fama continental
como Farewell:
Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste, como yo, nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por esos ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.En 1933, Neruda inició su modalidad poética propia
con el primer volumen de Residencia en la Tierra (el segundo volumen se publicó en 1035, y la Tercera residencia, en
1945), que contiene una poesía considerada por Amado Alonso "expresionista por el modo eruptivo de salir" y por "la visión
de apocalipsis perpetuo que la informa" y alcanza su máxima resonancia en América con Canto general (Méjico, 1930),
en el que utiliza, con grandiosa concepción artística, las ansias generales de su continente, aun que con enfoque partidista.
Posteriormente, con Odas elementales (1934) y Nuevasodaselementales (1936), inaugura una tercera época. Canta,
en un lenguaje perfectamente accesible, los seres humildes y las cosas cotidianas. Toda ella tiende ahora a superar el hermetismo
de sus primeros libros y se inclina a la simplificación, aunque a veces cae en el prosaísmo. Se ha transformado en el cantor
de los elementos. Pero muchos de sus comentaristas creen que tanto en este tema como en el amoroso, su canto no logra elevarse
sobre la materia. Sin embargo la poesía de tipo nerudiano domina casi todo el panorama de la poesía chilena moderna, ya en
sus aspectos sociales, como hacen Efraín Barquero y Gonzalo Rojas, va profundizando en los parajes descubiertos Neruda, como
Juvencio Vallé y Miguel Arteche. Tampoco faltan los poetas que mantienen ajenos a tal influencia, como Ángel Custodio González
y David Rosenmann Taub. No olvidemos los poetas del "Grupo Fuego", como Fernando González y Raúl Rivera; y, por dar algunos
ejemplos entre una valiosa lista de nombres, citemos a José Miguel Vicuña, con su poemario En los trabajos de la muerte,
y a María Piwonka, con Lazo de arena, cuya poesía, según el crítico Aloe, sólo puede compararse con la de Gabriela
Mistral.
Cabe destacar en nuestro siglo la poesía heroica del longevo Samuel A. Lillo (1870 1958) en su fervor araucano, sin dejar
de subrayar lo hispano.
La Naturaleza y sus fuerzas desatadas han dado temas a la poesía iberoamericana. Desde que el norteamericano Walt Whitman
cantó el dinamismo de la civilización maquinista estadounidense, estos motivos encontraron ancho campo en la poesía y en la
prosa. Los temas del mar han constituido una preferencia. Los chilenos, por ejemplo, cuentan con una extensa obra poética
del tema, como corresponde a su geografía.
El poeta más destacado es el uruguayo Carlos Sabat Ercasty (1887), que llega a plasmar en fondo y forma las fuerzas libres
de los mares sin patetismos románticos, contagiado de sus naturales optimismos de poder sano, fuerte, arrebatador. La imponente
hermosura y majestad del mar adquiere bajo su estro una rotunda personalidad decisiva, no de fuerza nefasta, sino de pura
e inocente vorágine, que cumple con alegría sus impresionantes destinos. Aunque conoce el manejo de la métrica clásica, como,
por ejemplo, en un libro de sonetos , donde su inspiración halla ancho cauce es en el verso libre, en el que, sin ciertas
trabas retóricas, se nos revela como un vigoroso cantor del mar. Escribe también apasionadas prosas poéticas, como en Retratos
de fuego, iniciado con el de Antonio Castro Alves en 1948, o en El charrúa Veinte Toros, impresionante idealización
del indio uruguayo, escrito en un delirante estilo. Con Poemas del hombre llega, a lo largo de cuarenta años, a secuencias
como el Libro de los mensajes (1958), con sus tres mensajes a los poetas de América.
Este caudal de vitalidad lo encontramos también en el poeta colombiano Rafael Maya (1989), crítico y orador brillante,
gran poeta moderno desde su libro Coros del mediodía (1925), hasta navegación nocturna (1939), que se distingue por un hondo
intimismo.
En Perú destaca la obra de César Vallejo que nos da una poesía profundamente humana, peculiar por su patetismo: Escaladas
melografiadas, Fabla salvaje.
Desde los tiempos virreinales de Sor Juana Inés de la Cruz hasta nuestros días, las mujeres hispanoamericanas han sido
grandes poetisas. Aunque es difícil seleccionar nombres, citaremos algunas de ellas que han adquirido relieve continental
y hasta universalidad, como la chilena Gabriela Mistral (1581 1937), Premio Nobel de Literatura en 1945. Maestra de profesión,
infunde a sus versos una gran ternura maternal y ofrece a Dios sus penas (la tristeza de la esterilidad, la pérdida del ser
querido, que se suicidó, y sus reacciones ante la pobreza, especialmente de los niños). Desolación es un cancionero
del amor infeliz. Con emoción y sencillez, ahonda en los problemas de la infancia y consigue poemas encantadores, como Miedo
("Yo no quiero que a mi niña la vayan a hacer princesa...") y Hombrecito ("Madre, cuando sea grande / ¡ay.., qué mozo
el que tendrás!.." ), motivos que triunfan en libros como Ternura (1925), Tala y Lagar (1954), el último. La
influencia de Gabriela Mistral ha sido profunda en la poesía femenina de América, y en la de Chile cuenta con nombres prestigiosos
(María Isabel Peralta, Olga Acevedo, Mila Oyarzum, Gladys Thein, Stella Corvalán y Sylvia Moore). Su actitud ante el hambre
y la infancia desvalida crea una poesía sobria de aran ternura, como en s, poema La casa:
Baja la mano de comer,
que tu madre también la baja.
Los trigos, hijo, son del aire,
y son del sol y de la azada;
pero este pan "Cara de Dios"
nos llega a mesa de las casas.
Y, si otros niños no la tienen,
mejor, mi hijo, no lo tocaras,
y no tomarlo mejor sería
con mano y mano avergonzadas.Otra poetisa famosa es 1a uruguaya Juana de Ibarbourou
(1895), cuya musa está hecha de anhelos basados en el amor y la Naturaleza. Uno de sus motivos poéticos más obsesionantes
fue el agua, que ha cantado en todas sus formas, lluvia, pozo, laguna, cisterna, río , y también el fuego (La pequeña llama:
"Yo siento por la luz un amor de salvaje. Cada pequeña llama me encanta y sobrecoge..."). Su poesía tiene sabor a hierbas,
a raíces y a esencias silvestres, como Raíz salvaje (103,2), de sabia sensualidad femenina:
Desde el fondo del alma me sube
un sabor de pitanga a los labios.
Tiene aún mi epidermis morena
no sé qué fragancias de trigo emparvado.
¡Ay, quisiera llevarte conmigo
a dormir una noche en el campo,
y en tus brazos pasar hasta el día
bajo el techo alocado de un árbol!
Soy la misma muchacha salvaje
que hace años trajiste a tu lado.El tema amoroso la Lleva a considerar que la carne
es ceniza, como en su poema Lacería, y a mostrarse irónica en el de los celos, como en Despecho ("si brilla
en mis ojos la humedad del llanto es por el esfuerzo de reírme tanto"), aunque predomina un dinamismo optimista ("He arribado
a las islas de la alegría sin causa"). En Romances del destino (1955) sigue mostrando su elegancia y sencillez características,
aunque ya desprovista de la desnuda sensualidad que conmovía en sus primeros libros.
La tercera gran figura femenina de la poesía hispanoamericana es la argentina Alfonsina Storni (1892 1935), nacida en Suiza,
gran temperamento que se vale de la Naturaleza como símbolo para el amor tempestuoso, como en Noche lúgubre ("Rebaños
de lobos hambrientos me siguen...") Y en poemas como Letanías de la tierra muerta y Alma desnuda. En su musa,
la muerte y el mar muestran su presencia (un día su cadáver apareció flotando en aguas de Mar del Plata, y parece que era
víctima de cruel enfermedad).
La uruguaya Delira Agustini (1886 1914) cultiva el tema erótico desde su primer poemario EI libro blanco (1901),
y, según Zum Felde, "se alimenta más del sueño evasivo que de la realidad concreta". También hemos de citar a María Eugenia
Vaz Ferreira, Ester de Cáceres, Sara de Ibáñez, Sarah Bollo (la poetisa de Ciprés de púrpura, 1911),
las venezolanas Ida Gramcko, prestigioso nombre de la poesía y del teatro poético con libros como La vara mágica y
Poemas; Luz Machado de Arnao, de gran lirismo en mitos y leyendas de 1a tierra y en Orinoco, extensísimo poema;
Ana Enriqueta Terán, con el magnífico poemario Al norte de la sangre; Enriqueta Arvelo Larriva, con sus poemas elegíacos
en Mandato del canto (1957). Estas poetisas se incorporaron al grupo "Viernes" (1938), que impulsaron Pascual
Venegas Filardo, cantor de la cólera y del misterio de Ias aguas en su Canto al río de mi infancia; Vicente Gerbasi, autor
de Mi padre el inmigrante y del gran mural épico Tirano de sangre y fuego; José Ramón Medina, con sus lirismos
en Como la vida (1959); Pedro Francisco Lizardo, con Los círculos del hombre (1959) y tantos otros nombres prestigiosos
que representan una nueva sensibilidad venezolana, como Otto de Sola, Miguel Otero Silva, Rafael Pineda Alí Lameda, Manuel
F. Rugeles, etc.
Lo que Onís calificó de reacción conservadora representó una reactivación del romanticismo que disimula la hiel del corazón,
con el manejo de la ironía. El costarriqueño Roberto Brenes Mesén (1874 - 1947) es un ejemplo, con sus libros poéticos En
el silencio, Voces de ángeles, Los dioses vuelven, etc.; y poemas tan expresivos como Cálmame, Señor.
Junto a la sencillez de Brenes Mesén, ha de situarse la amable ironía del hondureño Rafael Heliodoro Valle (1891), el poeta
de Ánfora sedienta (1922), que contiene poemas de gracia y agilidad, como La escuela de la niña Lola:
¡Y el trino vuela,
en mi temblor se posa
como un perfume en medio de la rosa
que es de la niña Lola y de su escuela!
Y soy un niño en la canción que sueña
con un lampo de sol entre la greña:
un niño azul, un niño cristalino,
y a la vez una lágrima en un trino...
Y la luz de esa lágrima me alumbra
la oscuridad de la primera congoja:
mi canción se desmaya en la penumbra
y mi rosa en el viento se deshoja!Esta poesía de vago e irónico romanticismo ha
sido cultivada por el cubano Federico de Ibarzábal (1894) en Una ciudad del trópico (1919), de graciosa y picante poesía
de motivo urbanos y marineros; por el argentino Evaristo Carriego (1883 1912), poeta bohemio que canta pasiones y tragedias
de los humildes (La costurerita que dio aquel mal paso) o la paradoja de la alegría triste de los barrios (Has vuelto);
por el guatemalteco Rafael Arévalo Martínez (1884), famoso por su poema; Retrato de mujer y que en Los atormentados
nos ofreció el vago sentimentalismo de una extraña e intensa personalidad; por el argentino Leopoldo Marechal (1900), el gran
poeta de los Sonetos a Sofía (1940); los mejicanos Ramón López Velarde (1888 1821), con sus temas provincianos, mezcla de
hermetismo y sencillez, d sensualidad y religiosidad (Zozobra, 1910) y Alfonso Reyes (1889 1959), el gran humanista
que se supera en la gracia del romance, como en La tonada de lasierva enemiga (del libro Pausa, 1926):
Fieros tenía sus ojos
y ronca y mansa la voz;
finas imaginaciones
y plebeyo el corazón.
Su madre, como sencilla,
no la supo casar, no.
Testigo de ajenas vidas,
el ánimo le es traidor.
Cancioncita ronca, triste,
canción de esclava, canción,
toda te me presentas
en dos ojos y una voz.Un ejemplo nuevo de la poesía de Alfonso Reyes lo tenemos
en Homero en Cuernavaca (México 1940). Aunque mostrando diversas in fluencias, como poeta viajero que es, el ecuatoriano
Jorge Carrera Andrade (1902) revela su personalidad sentimental en Registro del mundo (1940), y posteriormente
analiza su propia poesía en Edades poéticas (1922 1956) (Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1958). Contiene, en
once divisiones, el desarrollo poético de su propia vida, desde la poesía de la niñez a hasta el Cántico de la unidad universal,
en el que a alcanza su mas alta esencia y madurez.
Como ejemplo de este nuevo romanticismo podemos citar al torturado poeta ecuatoriano Medardo Ángel Silva (1899 1921), que,
el mismo año de su suicidio, nos da una prueba de romanticismo tardío, aunque parecía pertenecer a un simbolismo artificioso.
Su obsesiva reincidencia en los temas de la muerte, La extraña visita, Ofrenda a la muerte, El viajero y
la muerte son los títulos de tres de sus poemas es altamente significativa.
Entre los poetas del realismo provincial ecuatoriano hemos de citar a Cristóbal Ceballos Larrea, de Riobamba, poeta de
las últimas gestas patrias y de la historia hispánica en Gesta amazónica, y de inspiración vehemente en Voces líricas
(1954);y a José Villacreses Suárez, con su Sangre de amarantinas (Riobamba, 1937; prólogo del poeta argentino Julio
Arístides), un poemario tradicional, en octosílabos y romances, revelador de cierta continuidad modernista, como en el expresionismo
censualista de Desfloración, o la quejumbrosa sociología bohemia, llena de generosidad romántica, de A la mala
mujer.
No podemos cerrar este apartado sin citar a Carlos Pezoa Véliz, que envuelve el dramatismo de su vida en un velo de ironía.
Se considera precursor de la poesía social de vanguardia posterior y, por su tristeza e irónica alegría en su expresión, del
alma nacional (Alma chilena, 1912; Poesías y prosas completas, 1927). Los uruguayos Emilio Frugoni y
Álvaro Armando Vaseur llegan, con su poesía social a ser combativos.
El antiguo tema del esclavismo ha derivado en nuestros días hacia una intensa literatura de todo lo referente a los negros.
La poesía afrocubana constituye su más intensa manifestación. Se ha orientado hacia la música, hacia los ritmos del danzón
y de la rumba y, sin olvidar cierta ironía y sentimentalismo, han retratado el cuerpo o el alma del negro. Los ejemplos de
poetas cubanos son notabilísimos. El mulato Nicolás Guillén (1904) es uno de los más geniales en la interpretación del ritmo
negro. Capta la cadencia afrocubana destile su ingeniosa composición Sóngoro cosongo (1931) hasta su libro de elegías
La poltrona de vuelo popular (1050). La popularidad de Guillén había llegado a su cumbre con El son entero (1946).
Esta poesía afrocubana ha sido cultivada en las otras Antillas, como en Puerto Rico, por Luís Palés Matos (1899 1959), uno
de los iniciadores del movimiento diepalista (expresión mediante onomatopeyas, no minuciosas descripciones), novedad
puertorriqueña del año 1921. Su pintoresca y popular Canción festiva para ser llorada, interpreta burlesca y amargamente
las Antillas mayores y menores:
Cuba, ñáñigo y bachata.
Haití, vodú y calabaza.
Puerto Rico, burundanga.
Las Antillas menores,
titís inocentes, bailan,
sobre el ovillo del viento
que el ancho golfo huracana.Palés Matos domina el arte poético cubano en forma
tal que la crítica hispanoamericana ha reconocido su verdadero valor. En él, el ñañiguismo ha logrado una viva expresión.
Otras publicaciones, como El palacio en sombras y Canciones de la vida media, confirman su personalidad de poeta. Tomas Blanco
nos ha hablado de su ambiente de luz fuerte, rabiosa y que da pastosidad de arcilla tibia y húmeda a sus metáforas negras
. Otro gran intérprete de este tipo de poesía es el dominicano Manuel del Cabral (1907), con sus libros poéticos Doce poemas,
ocho gritos (1937) y Pilón (1938). Pero en Cabral ha de destacarse, además, la creación del tipo poético de criollo
dominicano que aparece en Compadre Mon (1949), viva estampa antillana del criollismo pudiente del gaucho literario.
Esta atractiva personalidad nos la presenta Cabral:
...Más que en la voz del agua que no para,
yo vi más campo, yo leí mas campo
en el libro salvaje de tu cara.
Cara para aprender a oler la loma,
cuando el tabaco de tus ojos arde
con la criolla candela de la tarde.
Y las uñas hundidas en el día,
y tu gran barba de maíz en contra
del cadáver de un grito de sequía...En 1957 publica en Buenos Aires su Antología
Clave, selección que revela su maestría en el desarrollo poético de temas como el sexual (Sangre mayor, sexo y alma)
como otros eternos a la manera de La pequeña parábola que cierra dicha antología (Tu palabra no dicha viene siendo la clave
/ de lo que vuela, a veces, de mi barro dormido...,).
Las consecuencias de la primera contienda mundial impulsaron a los hispanoamericanos a seguir los vanguardismos europeos
y a intentar romper con el lastre literario del siglo XIX que arrastraba el modernismo. En España, entre los vanguardistas,
figuraron el uruguayo Julio J. Casal (1589 1954) y el argentino Jorge Luis Borges (189C3). Este había llegado a España cuando
todavía era muy joven. Colabora con algunas revistas españolas. Cuando regresa a la Argentina, en 1921, introduce el movimiento
ultraísta, funda las revistas Prisma y Proa, y expone sus teorías en "Nosotros de Buenos Aires. Desde entonces, Borges ha
ejercido una gran influencia sobre la literatura argentina. Sin caer en el costumbrismo, ha logrado incorporar al lenguaje
literario modismos y vocablos argentinos. Se distingue por su amplia y profunda cultura y por su gran sensibilidad para captar
la realidad del ambiente. Su primer libro fue Fervor de Buenos Aires (1923). Siguieron otros, como Luna de enfrente (1925),
Cuaderno de San Martín (1920), etcétera. En ellos encontramos poemas de Borges que son muy famosos, como El general Quiroga
va en coche a la muerte, o Fundación mitológica de Buenos Aires ( "¿Y fue por este río de sueñera y de barro / que las proas
vinieron a fundarme la patria?").
Y el poeta acaba su poema pensando que los comienzos de Buenos Aires se le hacen cuento, pues él la juzga eterna como el
agua y el aire. En cuanto al poema del general Quiroga, tiene resonancias valleinclanescas:
...El coche se hamacaba rezongando la altura:
un galerón enfático, enorme, funerario.
Cuatro tapaos con pinta de muerte en la negrura
tironeaban seis miedos y un valor desvelado.
Junto a los postillones jineteaba un moreno.
Ir en coche a la muerte, ¡qué cosa mas oronda!
El general Quiroga quiso entrar al infierno
llevando seis o siete degollados de escolta.A esta obra poética han de unirse valiosos
libros de ensayos, como El idioma de los argentinos (1928), biografías como la de Evaristo Carriego, colecciones de cuentos
como El jardín de los senderos que se bifurcan, EI aleph y La muerte y la brújula, entre otros. Lo fantástico y lo metafísico
se entremezclan con la mas perdurable realidad argentina. Con Borges ha colaborado Adolfo Bioy (1914), como en Los orilleros,
El paraíso de los creyentes (1955).
La poesía es, sin duda, el género en el que la Argentina ha alcanzado valores literarios más altos. Como ejemplos muy conocidos:
Baldomero Fernández Moreno, Arturo Capdevila, Arturo Marasso, Norah Lange, Conrado Naré Roxlo, Silvina Ocampo, Francisco Luis
Bernárdez, Ricardo Molinari, Alfredo Bufano, Vicente Barbieri, Pedro Juan Vignale, Carlos Mastronardi, Ezequiel Martínez Estrada,
y otros. En 1957, Juan Carlos Ghiano estudia la poesía argentina del siglo XX, y, como ejemplo de poesía especializada,
la del cubano Emilio Ballagas en Antología de la Poesía Negra Hispanoamericana (1935).
En la poesía vanguardista, la gran figura fue el poeta chileno Vicente Huidobro (1893 1948) con el creacionismo,
que tanta importancia alcanzó en el mundo hispánico, donde fue muy discutido. Se inició con poesías sentimentales, como Canciones
en la noche (1913), es modernista en La gruta de silencio (1914). Su primer libro original es Adán (1916)
; mas cuando empieza a ser admirado e influyente como vanguardista es con motivo de su estancia en Madrid (1918). Su gran
exégeta Antonio de Undurraga, llama a esa época los días de oro del creacionismo, y la hora centelleante en que
trazaba, como un insospechado dios, una perdurable línea ecuatorial en su esplendente orbe lírico. Este acontecimiento
se produjo poco después de la publicación en París de su libro en francés Horizon carre, que, con sus cuatro breves
poemarios, Tour Eiffel, Ecuatorial, Poemas árticos y el poema de guerra Hallati, abre el camino
el creacionismo en lengua castellana. Como se dijo que Huidobro se había formado en el cubismo francés, él lo negó desde Madrid.
Con ello comenzó su polémica con el poeta francés Pierre Reverdy, que el citado Undurraga revisó en 1954, tres años después,
en su extenso ensayo Teoría del creacionismo, que precede a la Antología de Huidobro (Madrid, 1957).
En Hispanoamérica, el poeta peruano José M. Eguren (1872 1942) ha sido considerado como un precursor del creacionismo.
Pero Huidobro, sin duda, es su introductor y realizador en castellano. Veamos uno de sus Poemas árticos, como Luna
o reloj:
Las tardes prisioneras
En los rincones fríos
Y las canciones cónicas de los jardines
Golondrinas sin alas
Entre la niebla sólida
Angustia en mi garganta
Sobre la frente seca
Y en tus manos una estrella fresca
Después, en el valle sin sol
Un mismo ruido
La luna y el relojEn 1921 publica Huidobro la revista Creacionismo, da conferencias
en el Ateneo de Madrid sobre la Estética del movimiento y ven la luz pública Temblor de
cielo y Altazor, prescindiendo ya definitivamente de títulos franceses. Sus temas son los vuelos de estrellas,
los milagros cósmicos y las percepciones taumatúrgicas. Sus características, las del cubismo francés: esquematismo, ausencia
de puntuación, tipografía de blancos y espacios, etc.: Para Huidobro, el arte había pasado por tres etapas: reproducción (inferior
al medio), adaptación (equilibrio con el medio) y creación (superior al medio).
Su creacionismo lo explica: Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol, cada parte constitutiva y todo el conjunto
presentan un hecho nuevo, independiente del mundo externo y desligado de toda otra realidad que él mismo. Y en vez de cantar
los objetos, darlos en el poema (¿Por qué cantáis la rosa, oh, poetas ¡Hacedla florecer en el poema!).
Muerto el poeta, su hija recogió sus manuscritos inéditos (Últimos poemas, 1945). Huidobro ha influido sobre
la poesía chilena (Humberto Díaz Casanueva, Rosamel del Valle y los surrealistas del grupo la Mandrágora, como Teófilo
Cid y Braulio Arenas).
Con el título de Teoría del creacionismo (Madrid, 1951) el gran escritor chileno Antonio de Undurraga
hace un nueva crítica polémica sobre la poesía de Huidobro. Undurraga, como norma poética, cree preciso ... hacer llorar
la hoja, los gorilas y el agua, pero sin llanto. Sus libros poéticos (La siesta de los peces, Red en el génesis,
etc.) son de gran riqueza de léxico y novedad, con calor y sentimiento, pero con pudor de artista. Sus estudios críticos y
prosas son muy notables, como su invectiva contra el orbe mecanizado de hoy (El intelectual y su muralla china contemporánea).
En sus comienzos fue admirador de Pablo de Rokha (1894), original precursor de la poesía chilena contemporánea (Escritura
de Raimundo de Contreras y U).
Mencionemos también la poesía de los sacerdotes chilenos Luís Felipe Cotardo y Francisco Donoso G., que, a veces, llegan
al misticismo. Poeta es Juan Mújica, con mensajes de antigua dignidad de palabras e intensos lirismos (El carro
de la luz, Bodas de oro y Celeste nuncio). Una estricta selección de la poesía chilena hasta 1958 puede verse en
Atlas de la poesía de Chile, de Undurraga.
En 1939 se inició en Colombia el piedracelismo poético. Jorge Rojas, el poeta del Canto a Colón y Eduardo
Carranza, el de Canciones para iniciar una fiesta presentan una noble batalla en busca de una expresión poética nueva.
El poeta colombiano mas prestigioso es León Creiff (1895), cuya poesía, según Jorge Zalamea, "da audiencia al universo
que habita en su sangre". Otros nombres: Carlos García Prada, Germán Pardo García, etc. En las últimas generaciones parece
experimentarse una reacción neorromántica. Como ejemplo: la poesía clara de palabra y sentir de J. M. Vivas Balcázar, con
La voz del poeta, con temas octocentistas y becquerianos, y La luz y los laureles en el que, dentro de su realismo,
se ha modernizado su concepción poética. |
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1896 William Shakespeare
HAMLET, PRÍNCIPE DE DINAMARCA
(William Shakespeare)
(traducido del inglés)
(Acto tercero, escena primera)
¡Ser o no ser: he aquí el problema!
¿Qué es más levantado para el espíritu:
sufrir los golpes y dardos
de la insultante Fortuna, o tomar las armas
contra un piélago de calamidades
y, haciéndoles frente, acabar con ellas?
¡Morir..., dormir; no más! Y pensar
que con un sueño damos fin al pesa
Skrivet av: Sofia Söderberg
Skola: Norra real
Ingen pjäs genom världshistorien kan väl vara mer välkänd, mer citerad och efterhärmad än just Hamlet.
Handlingen utspelas visserligen i det tidiga 1600-talets Danmark, men det finns väl ingen som inte kan känna igen de mänskliga
dragen i den unge prinsens starka känslor.
Shakespeare har skildrat en ung man som just förlorat sin far och kort därefter sett sin mor gifta om sig
med faderns bror som blir den nye kungen av Danmark. Sonen lider av att se sin mor ta så lätt på faderns död och känner sig
som den enda som känner äkta sorg för den forne kungens bortgång. Man kan också se drag i prinsens ångest som man skulle kunna
tolka som ett slags uppror mot hovlivet, lyxens leverne och framförallt mot den vardag som han är uppväxt med, alltså ett
liv i rikedom.
Det första citatet jag valt är en monolog i början av pjäsen, scen två, Hamlets tolfte replik. I denna
utgåva av Hamlet återfinns monologen på sidan 31.
O kunde detta skammens fasta kött få töa, smälta, lösas upp i dagg!
O, att den Evige ej hade stadgat sin lag mot självmord! Gud! O Gud! Vad allt är platt och meningslöst i denna värld med all
dess usla strävan. Tvi dig, du värld! Du är en vanskött trädgård som går i frö där frodas bara ogräs som kväver allt. Att
det har gått därhän! Två månader nej mindre sen den dag han dog, en kung så lysande som en Apollo mot den satyren där. Så
kärleksfull emot min mor, att knappast han lät vinden få smeka hennes kinder alltför fritt. Åh, jord och himmel! Att jag måste
minnas! Vid honom klängde hon sig fast, som om aptiten bara växte då den stillats. En månad bara Inte tänka på det! Svaghet,
ditt namn är kvinna! Knappast ens en månad, och förrän hon gått in de nya skorna hon hade på min stackars fars begravning,
en Niobe i tårar. Hon, av alla! O Gud! Ett oförnuftigt kreatur sörjer nog längre. Maka till min farbror, min faders bror,
men inte mer lik far än jag lik Herkules. Efter en månad förrn saltet i de falska tårarna från hennes röda ögon dunstat bort
gifte hon sig. Så syndigt brått hon hade, så flinkt hon bytte lakan för sin brånad! Det kommer aldrig något gott av detta!
Men brist, mitt hjärta! Munnen måste tiga.
I denna text lär läsaren för första gången känna Hamlet. Man har tidigare
bara fått insikt i ytliga förhållandena omkring prinsen så som att han är prins, att han bor i Danmark och att han förlorat
sin far, men man har inte fått veta vad han egentligen känner. Hans avsky för sin farbror är tydlig. Maka till min farbror,
min faders bror, men inte mer lik far än jag lik Herkules., som han uttrycker det. Föraktet och sorgen genomsyrar allt Hamlet
säger. Att drottningen gifte om sig så snabbt smärtar honom mycket. Men, frågan är också vad han egentligen känner för sin
mor. Efter att ha läst detta stycke verkar han inte bry sig om sin mor mer än någon annan kvinna, han ser henne lättare i
sexuell synvinkel än vad jag tror det verkligen skulle vara för en son. Med sexuell synvinkel menar jag att han talar om den
sexuella relationen mellan henne och hennes farbror istället för det lojala som jag tycker skulle vara mer relevant för en
son. I alla fall i dagens samhälle. Fast Shakespeare levde ju i ett land styrt av en kvinna, så jag kan tycka att han kunde
ha gett kvinnorna i dramat mer karaktäriska roller än det vanliga utbudet, som för det mesta innebar madonnan, horan eller
modern. I andra pjäser har Shakespeare skildrat kvinnor bättre tycker jag, men i denna pjäs kan man nästan utskilja ett slags
kvinnohat, särskilt i just detta stycke.
Hamlets nära vänner Marcellus och Horatio ser en syn en kväll när de håller
vakt utanför slottet, en syn som påminner mycket om den förre kungens gestalt. De meddelar Hamlet och han följer med dem för
att möta vålnaden. Det visar sig verkligen vara faderns ande som går igen för att meddela sin son sanningen om dennes tragiska
bortgång. Hamlet får på detta sätt veta att, som han tidigare misstänkt, det verkligen var den nye kungen som mördade sin
egen bror, Hamlets far. Genom ett påhitt och hjälp av en skådespelartrupp får han påståendet bevisat för sig. Hamlet svär
att hämnas sin faders död om han så ska mista livet på kuppen.
Hovkanslern Polonius har en ung vacker dotter vid namn
Ofelia, med vilken Hamlet tidigare har haft en kärleksaffär. Polonius övertygar dock Ofelia att Hamlets känslor inte är äkta
och att hon för att behålla sitt rykte måste avvisa Hamlets inviter. Hamlet spelar galen för att kunna försäkra den nye kungen
och drottningen att han är tokig och fullständigt ofarlig. Att lida av kärlekssorg till den vackra Ofelia skulle vara anledning
nog för den plötsliga galenskapen. När Polonius föreslår att olycklig kärlek kan vara anledningen till Hamlets galenskap beslutar
sig kungen för att testa honom genom att föra ihop honom och Ofelia ensamma i ett av slottets rum. Ögonblicket innan Ofelia
och Hamlet möts uttalar Hamlet den mest kända teaterrepliken genom tiderna medveten om att han är tvungen att ständigt skådespela,
men ovetande om att kungen och Polonius står bakom draperierna intill. Det är följande monolog jag valt som nästa citat, akt
tre, scen ett, Hamlets första replik. I denna version finns monologen på sidan 131:
Att vara eller icke vara frågan
betyder: är det modigast att tåla ett vidrigt ödes hugg och pilar, eller att ta till vapen mot ett hav av plågor och dräpa
dem beslutsamt? Att få dö att sova, inte mer, och tro att sömnen gör slut på hjärtats värk, de slag och stötar som köttet
fått till sin arvedel det vore ett slut, en nåd att stilla bedja om. Att dö, att sova, sova, kanske drömma ja, det är stötestenen!
Vilka drömmar ger dödens sömn när vi har kastat av oss allt jäkt, och kapat livets ankartross? Den tanken hejdar oss, och
det är den som gör eländighetens liv så långt. Vem skulle tåla världens gisseldrag, tyrannens övergrepp, den stoltes fräckhet,
fröaktad kärleks pina, lagens tröghet, ett hutlöst ämbetsvälde och de sparkar odågan ger den tåliga förtjänsten? Vem tålde
livet om han kunde göra sig kvitt allt detta med en dolk? Vem skulle dra på bördorna och stöna och svettas under livets ok,
om inte vi fruktade för något efter döden, det oupptäckta landet från vars gräns ingen har återvänt? Det lamslår viljan, och
hellre bär vi våra vanda plågor än flyr till andra som vi inte känner. Den inre rösten gör oss alla fega. Så går beslutsamhetens
friska hy i eftertankens kranka blekhet över, och företag av högsta vikt och flykt kan falla platt och mista namnet handling.
Se där! Ofelia, den fagra! Nymf, inneslut min synd i dina böner!
Denna monolog kan tolkas på många sätt men mest av
allt är den nog ett tvivel, ett tecken på Hamlets tvivel på världens orättvisor. Ett tvivel på att livet är värt att leva
och att ingen antagligen skulle leva om man inte var så rädd för vad döden innebär. Han förbannar sig själv för att inte vara
modig och aktiv nog i kampen mot sin farbror och han förbannar att Gud har gjort det syndigt för människan att ta livet av
sig. Han själ är fylld av ångest och sorgen är delvis förvandlad till hat och förtvivlan.
Den stackars Ofelia som
egentligen inte har något med Hamlets våndor att göra tror att allt är hennes fel och blir helt förtvivlad. När hennes
far senare blir mördad av Hamlet i tron att det är kungen som gömt sig bakom ett skynke under ett privat samtal mellan Hamlet
och drottningen och inte hovkanslern Polonius, drivs hon till vansinne av sorgen.
Hamlet blir förvisad av kungen med
motivet att han måste skyddas mot folkets vrede för mordet på Polonius. I själva verket planerar kungen att låta Hamlets två
före detta gamla vänner, kungens nuvarande förtrogna ta livet av den unge prinsen. Hamlet har tur och får reda på planerna
innan det är för sent. Medan Hamlet är borta dör den unga Ofelia i sin förtvivlan. Till allas förtvivlan har hon drunknat
i en å när hon var ute och plockade blommor. Man frågar sig om hennes dödsfall verkligen var en olycka eller om den stackars
förvirrade flickan egentligen tog sitt liv med flit. Folket är inte riktigt nöjda med att man inte undersökte fallet ordentligt
eftersom en vanlig person, som inte var adlig, aldrig skulle ha tillåtits få en kristen begravning om dödsfallet visade sig
berott på självmord.
En dödgrävare diskuterar detta med en bekant just i samma ögonblick som Hamlet och Horatio passerar
förbi påväg mot slottet, äntligen hemkomna från resan. Hamlet blir upprörd över hur dödgrävaren behandlar resterna efter döda
människor som han gräver upp. Då utspelas följande dialog mellan Hamlet och Horatio, akt fem, scen ett. Jag har valt att börja
mitt citat med Hamlets femte replik i denna sen. Sidan 251:
Hamlet: Den där döskallen hade en gång en tunga och kunde
sjunga, och så slänger drummeln den på marken som om det var Kains åsnekäke, den som han begick det första mordet med! Det
kan vara en diplomatskalle som det nötet behandlar så odiplomatiskt, en av dem som kunde lura vår Herre själv, inte sant? Horatio:
Jo visst, min prins. Hamlet: Eller en hovman som sa God morgon, ers nåd. Hur behagar ers höghet må? Den kan ha tillhört
greve Si-och-Så som berömde greve Så-och-Sis häst bara för att få den till skänks. Horatio: Mycket möjligt, min prins. Hamlet:
Just det, ja. Och nu har han hamnat hos markisinnan fru Mask och kan inte sticka ut hakan när han får på skallen av dödgrävarens
spade. Upp-och-nervända världen för den som har ögon att se med! Har det kostat så litet att föda och fostra dessa ben att
man nu får spela käglor med dem? Det värker i mina egna ben när jag tänker på det.
Jag har valt just denna dialog för
att jag tycker att dess budskap är mycket intressant. I just denna dialog kan man finna bevis på att Shakespeare parallellt
med den spännande intrigen via Hamlet velat förmedla ett slags budskap. Ja, jag skulle nästan vilja gå så långt så att jag
skulle kalla det ett politiskt budskap. Summan av budskapet i denna dialog skulle för mig bli att vi i slutändan alla är människor
som en gång dör, fattiga som rika, unga som gamla. På det här sättet kan man säga att Hamlets karaktär distanserar sig från
att anse sig själv vara förmer än andra och även från hovets lyx och förtryck mot det fattiga folket. Jag har också lagt märke
till att Hamlet inte någon gång under denna pjäs gjort ett stort nummer av vare sig han skulle få bli näste tronföljare eller
ej. Han blir av dessa anledningar en slags folkets man och kanske just därför så omtyckt av alla publiker genom tiderna. Han
vågar kritisera hovet, samhällets toppen där även han själv är fostrad, samtidigt som han dessutom kritiserar sig själv och
sin egen feghet. Han känns mänsklig och sårbar men förför en samtidigt med den nypa ironisk humor som hans karaktär tilldelats
som en extra krydda utöver de andra dragen. I denna scen känner man också igen den kända döskallescenen då Hamlet tar
upp en döskalle tillhörande en avliden hovnarr som han tidigare känt och talar till den. I nästan alla sammanhang som berör
dramat Hamlet genom tiderna gestaltas den unge prinsen med döskallen i handen, som en symbol för själva pjäsen. Just döskallescenen
kommer lite senare i dramat än just den dialog jag valt citera, men jag ansåg denna dialog intressantare än den som förs under
döskallescenen.
Hur vårt drama sedan slutar är vida känt och typiskt för Shakespeares tragedier. Alla dör inklusive
Hamlet förutom Horatio. Historien uppdagas och sanningen om den skurkaktige kungen som begått brödramord sprids över landet
och resten av Europa med hjälp av Horatio. På så sätt fick hela historien tjäna som ett förebyggande exempel i sig själv samtidigt
som publiken fick det moraliska budskapet väldigt klart för sig: synd leder till olycka och död. Jag kan tänka mig att denna
moraliska funktion gav pjäsen ett mycket gott rykte i Englands styrande organ, det vill säga drottning Elisabeth, under tiden
det begav sig. De andra, tidigare nämnda budskapen tilltalade nog pjäsens bredare publik mer och på så sätt kunde pjäsen,
liksom den fortfarande kan idag, ge någonting till var och en som tar sig tid att lyssna på detta Shakespeares största dramatiska
mästerverk .
Otra poetisa famosa es 1a uruguaya Juana de Ibarbourou (1895), cuya musa está hecha de anhelos basados en el amor y la
Naturaleza. Uno de sus motivos poéticos más obsesionantes fue el agua, que ha cantado en todas sus formas, lluvia, pozo, laguna,
cisterna, río , y también el fuego ( La pequeña llama: "Yo siento por la luz un amor de salvaje. Cada pequeña llama
me encanta y sobrecoge..."). Su poesía tiene sabor a hierbas, a raíces y a esencias silvestres, como Raíz salvaje (103,2),
de sabia sensualidad femenina:
Desde el fondo del alma me sube
un sabor de pitanga a los labios.
Tiene aún mi epidermis morena
no sé qué fragancias de trigo emparvado.
¡Ay, quisiera llevarte conmigo
a dormir una noche en el campo,
y en tus brazos pasar hasta el día
bajo el techo alocado de un árbol!
Soy la misma muchacha salvaje
que hace años trajiste a tu lado.El tema amoroso la Lleva a considerar que la carne
es ceniza, como en su poema Lacería, y a mostrarse irónica en el de los celos, como en Despecho ("si brilla
en mis ojos la humedad del llanto es por el esfuerzo de reírme tanto"), aunque predomina un dinamismo optimista ("He arribado
a las islas de la alegría sin causa"). En Romances del destino (1955) sigue mostrando su elegancia y sencillez características,
aunque ya desprovista de la desnuda sensualidad que conmovía en sus primeros libros.
La tercera gran figura femenina de la poesía hispanoamericana es la argentina Alfonsina Storni (1892 1935), nacida en Suiza,
gran temperamento que se vale de la Naturaleza como símbolo para el amor tempestuoso, como en Noche lúgubre ("Rebaños
de lobos hambrientos me siguen...") Y en poemas como Letanías de la tierra muerta y Alma desnuda. En su musa,
la muerte y el mar muestran su presencia (un día su cadáver apareció flotando en aguas de Mar del Plata, y parece que era
víctima de cruel enfermedad).
La uruguaya Delira Agustini (1886 1914) cultiva el tema erótico desde su primer poemario EI libro blanco (1901),
y, según Zum Felde, "se alimenta más del sueño evasivo que de la realidad concreta". También hemos de citar a María Eugenia
Vaz Ferreira, Ester de Cáceres, Sara de Ibáñez, Sarah Bollo (la poetisa de Ciprés de púrpura, 1911),
las venezolanas Ida Gramcko, prestigioso nombre de la poesía y del teatro poético con libros como La vara mágica y
Poemas; Luz Machado de Arnao, de gran lirismo en mitos y leyendas de 1a tierra y en Orinoco, extensísimo poema;
Ana Enriqueta Terán, con el magnífico poemario Al norte de la sangre; Enriqueta Arvelo Larriva, con sus poemas elegíacos
en Mandato del canto (1957). Estas poetisas se incorporaron al grupo "Viernes" (1938), que impulsaron Pascual
Venegas Filardo, cantor de la cólera y del misterio de Ias aguas en su Canto al río de mi infancia; Vicente Gerbasi, autor
de Mi padre el inmigrante y del gran mural épico Tirano de sangre y fuego; José Ramón Medina, con sus lirismos
en Como la vida (1959); Pedro Francisco Lizardo, con Los círculos del hombre (1959) y tantos otros nombres prestigiosos
que representan una nueva sensibilidad venezolana, como Otto de Sola, Miguel Otero Silva, Rafael Pineda Alí Lameda, Manuel
F. Rugeles, etc.
Lo que Onís calificó de reacción conservadora representó una reactivación del romanticismo que disimula la hiel del corazón,
con el manejo de la ironía. El costarriqueño Roberto Brenes Mesén (1874 - 1947) es un ejemplo, con sus libros poéticos En
el silencio, Voces de ángeles, Los dioses vuelven, etc.; y poemas tan expresivos como Cálmame, Señor.
Junto a la sencillez de Brenes Mesén, ha de situarse la amable ironía del hondureño Rafael Heliodoro Valle (1891), el poeta
de Ánfora sedienta (1922), que contiene poemas de gracia y agilidad, como La escuela de la niña Lola:
¡Y el trino vuela,
en mi temblor se posa
como un perfume en medio de la rosa
que es de la niña Lola y de su escuela!
Y soy un niño en la canción que sueña
con un lampo de sol entre la greña:
un niño azul, un niño cristalino,
y a la vez una lágrima en un trino...
Y la luz de esa lágrima me alumbra
la oscuridad de la primera congoja:
mi canción se desmaya en la penumbra
y mi rosa en el viento se deshoja!Esta poesía de vago e irónico romanticismo ha
sido cultivada por el cubano Federico de Ibarzábal (1894) en Una ciudad del trópico (1919), de graciosa y picante poesía
de motivo urbanos y marineros; por el argentino Evaristo Carriego (1883 1912), poeta bohemio que canta pasiones y tragedias
de los humildes ( La costurerita que dio aquel mal paso) o la paradoja de la alegría triste de los barrios ( Has vuelto);
por el guatemalteco Rafael Arévalo Martínez (1884), famoso por su poema; Retrato de mujer y que en Los atormentados
nos ofreció el vago sentimentalismo de una extraña e intensa personalidad; por el argentino Leopoldo Marechal (1900), el gran
poeta de los Sonetos a Sofía (1940); los mejicanos Ramón López Velarde (1888 1821), con sus temas provincianos, mezcla de
hermetismo y sencillez, d sensualidad y religiosidad ( Zozobra, 1910) y Alfonso Reyes (1889 1959), el gran humanista
que se supera en la gracia del romance, como en La tonada de lasierva enemiga (del libro Pausa, 1926):
Fieros tenía sus ojos
y ronca y mansa la voz;
finas imaginaciones
y plebeyo el corazón.
Su madre, como sencilla,
no la supo casar, no.
Testigo de ajenas vidas,
el ánimo le es traidor.
Cancioncita ronca, triste,
canción de esclava, canción,
toda te me presentas
en dos ojos y una voz.Un ejemplo nuevo de la poesía de Alfonso Reyes lo tenemos
en Homero en Cuernavaca (México 1940). Aunque mostrando diversas in fluencias, como poeta viajero que es, el ecuatoriano
Jorge Carrera Andrade (1902) revela su personalidad sentimental en Registro del mundo (1940), y posteriormente
analiza su propia poesía en Edades poéticas (1922 1956) (Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1958). Contiene, en
once divisiones, el desarrollo poético de su propia vida, desde la poesía de la niñez a hasta el Cántico de la unidad universal,
en el que a alcanza su mas alta esencia y madurez.
Como ejemplo de este nuevo romanticismo podemos citar al torturado poeta ecuatoriano Medardo Ángel Silva (1899 1921), que,
el mismo año de su suicidio, nos da una prueba de romanticismo tardío, aunque parecía pertenecer a un simbolismo artificioso.
Su obsesiva reincidencia en los temas de la muerte, La extraña visita, Ofrenda a la muerte, El viajero y
la muerte son los títulos de tres de sus poemas es altamente significativa.
Entre los poetas del realismo provincial ecuatoriano hemos de citar a Cristóbal Ceballos Larrea, de Riobamba, poeta de
las últimas gestas patrias y de la historia hispánica en Gesta amazónica, y de inspiración vehemente en Voces líricas
(1954);y a José Villacreses Suárez, con su Sangre de amarantinas (Riobamba, 1937; prólogo del poeta argentino Julio
Arístides), un poemario tradicional, en octosílabos y romances, revelador de cierta continuidad modernista, como en el expresionismo
censualista de Desfloración, o la quejumbrosa sociología bohemia, llena de generosidad romántica, de A la mala
mujer.
No podemos cerrar este apartado sin citar a Carlos Pezoa Véliz, que envuelve el dramatismo de su vida en un velo de ironía.
Se considera precursor de la poesía social de vanguardia posterior y, por su tristeza e irónica alegría en su expresión, del
alma nacional (Alma chilena, 1912; Poesías y prosas completas, 1927). Los uruguayos Emilio Frugoni y
Álvaro Armando Vaseur llegan, con su poesía social a ser combativos.
El antiguo tema del esclavismo ha derivado en nuestros días hacia una intensa literatura de todo lo referente a los negros.
La poesía afrocubana constituye su más intensa manifestación. Se ha orientado hacia la música, hacia los ritmos del danzón
y de la rumba y, sin olvidar cierta ironía y sentimentalismo, han retratado el cuerpo o el alma del negro. Los ejemplos de
poetas cubanos son notabilísimos. El mulato Nicolás Guillén (1904) es uno de los más geniales en la interpretación del ritmo
negro. Capta la cadencia afrocubana destile su ingeniosa composición Sóngoro cosongo (1931) hasta su libro de elegías
La poltrona de vuelo popular (1050). La popularidad de Guillén había llegado a su cumbre con El son entero (1946).
Esta poesía afrocubana ha sido cultivada en las otras Antillas, como en Puerto Rico, por Luís Palés Matos (1899 1959), uno
de los iniciadores del movimiento diepalista (expresión mediante onomatopeyas, no minuciosas descripciones), novedad
puertorriqueña del año 1921. Su pintoresca y popular Canción festiva para ser llorada, interpreta burlesca y amargamente
las Antillas mayores y menores:
Cuba, ñáñigo y bachata.
Haití, vodú y calabaza.
Puerto Rico, burundanga.
Las Antillas menores,
titís inocentes, bailan,
sobre el ovillo del viento
que el ancho golfo huracana.Palés Matos domina el arte poético cubano en forma
tal que la crítica hispanoamericana ha reconocido su verdadero valor. En él, el ñañiguismo ha logrado una viva expresión.
Otras publicaciones, como El palacio en sombras y Canciones de la vida media, confirman su personalidad de poeta. Tomas Blanco
nos ha hablado de su ambiente de luz fuerte, rabiosa y que da pastosidad de arcilla tibia y húmeda a sus metáforas negras
. Otro gran intérprete de este tipo de poesía es el dominicano Manuel del Cabral (1907), con sus libros poéticos Doce poemas,
ocho gritos (1937) y Pilón (1938). Pero en Cabral ha de destacarse, además, la creación del tipo poético de criollo
dominicano que aparece en Compadre Mon (1949), viva estampa antillana del criollismo pudiente del gaucho literario.
Esta atractiva personalidad nos la presenta Cabral:
...Más que en la voz del agua que no para,
yo vi más campo, yo leí mas campo
en el libro salvaje de tu cara.
Cara para aprender a oler la loma,
cuando el tabaco de tus ojos arde
con la criolla candela de la tarde.
Y las uñas hundidas en el día,
y tu gran barba de maíz en contra
del cadáver de un grito de sequía...En 1957 publica en Buenos Aires su Antología
Clave, selección que revela su maestría en el desarrollo poético de temas como el sexual ( Sangre mayor, sexo y alma)
como otros eternos a la manera de La pequeña parábola que cierra dicha antología ( Tu palabra no dicha viene siendo la clave
/ de lo que vuela, a veces, de mi barro dormido...,).
Las consecuencias de la primera contienda mundial impulsaron a los hispanoamericanos a seguir los vanguardismos europeos
y a intentar romper con el lastre literario del siglo XIX que arrastraba el modernismo. En España, entre los vanguardistas,
figuraron el uruguayo Julio J. Casal (1589 1954) y el argentino Jorge Luis Borges (189C3). Este había llegado a España cuando
todavía era muy joven. Colabora con algunas revistas españolas. Cuando regresa a la Argentina, en 1921, introduce el movimiento
ultraísta, funda las revistas Prisma y Proa, y expone sus teorías en "Nosotros de Buenos Aires. Desde entonces, Borges ha
ejercido una gran influencia sobre la literatura argentina. Sin caer en el costumbrismo, ha logrado incorporar al lenguaje
literario modismos y vocablos argentinos. Se distingue por su amplia y profunda cultura y por su gran sensibilidad para captar
la realidad del ambiente. Su primer libro fue Fervor de Buenos Aires (1923). Siguieron otros, como Luna de enfrente (1925),
Cuaderno de San Martín (1920), etcétera. En ellos encontramos poemas de Borges que son muy famosos, como El general Quiroga
va en coche a la muerte, o Fundación mitológica de Buenos Aires ( "¿Y fue por este río de sueñera y de barro / que las proas
vinieron a fundarme la patria?").
Y el poeta acaba su poema pensando que los comienzos de Buenos Aires se le hacen cuento, pues él la juzga eterna como el
agua y el aire. En cuanto al poema del general Quiroga, tiene resonancias valleinclanescas:
...El coche se hamacaba rezongando la altura:
un galerón enfático, enorme, funerario.
Cuatro tapaos con pinta de muerte en la negrura
tironeaban seis miedos y un valor desvelado.
Junto a los postillones jineteaba un moreno.
Ir en coche a la muerte, ¡qué cosa mas oronda!
El general Quiroga quiso entrar al infierno
llevando seis o siete degollados de escolta.A esta obra poética han de unirse valiosos
libros de ensayos, como El idioma de los argentinos (1928), biografías como la de Evaristo Carriego, colecciones de cuentos
como El jardín de los senderos que se bifurcan, EI aleph y La muerte y la brújula, entre otros. Lo fantástico y lo metafísico
se entremezclan con la mas perdurable realidad argentina. Con Borges ha colaborado Adolfo Bioy (1914), como en Los orilleros,
El paraíso de los creyentes (1955).
La poesía es, sin duda, el género en el que la Argentina ha alcanzado valores literarios más altos. Como ejemplos muy conocidos:
Baldomero Fernández Moreno, Arturo Capdevila, Arturo Marasso, Norah Lange, Conrado Naré Roxlo, Silvina Ocampo, Francisco Luis
Bernárdez, Ricardo Molinari, Alfredo Bufano, Vicente Barbieri, Pedro Juan Vignale, Carlos Mastronardi, Ezequiel Martínez Estrada,
y otros. En 1957, Juan Carlos Ghiano estudia la poesía argentina del siglo XX, y, como ejemplo de poesía especializada,
la del cubano Emilio Ballagas en Antología de la Poesía Negra Hispanoamericana (1935).
En la poesía vanguardista, la gran figura fue el poeta chileno Vicente Huidobro (1893 1948) con el creacionismo,
que tanta importancia alcanzó en el mundo hispánico, donde fue muy discutido. Se inició con poesías sentimentales, como Canciones
en la noche (1913), es modernista en La gruta de silencio (1914). Su primer libro original es Adán (1916)
; mas cuando empieza a ser admirado e influyente como vanguardista es con motivo de su estancia en Madrid (1918). Su gran
exégeta Antonio de Undurraga, llama a esa época los días de oro del creacionismo, y la hora centelleante en que
trazaba, como un insospechado dios, una perdurable línea ecuatorial en su esplendente orbe lírico. Este acontecimiento
se produjo poco después de la publicación en París de su libro en francés Horizon carre, que, con sus cuatro breves
poemarios, Tour Eiffel, Ecuatorial, Poemas árticos y el poema de guerra Hallati, abre el camino
el creacionismo en lengua castellana. Como se dijo que Huidobro se había formado en el cubismo francés, él lo negó desde Madrid.
Con ello comenzó su polémica con el poeta francés Pierre Reverdy, que el citado Undurraga revisó en 1954, tres años después,
en su extenso ensayo Teoría del creacionismo, que precede a la Antología de Huidobro (Madrid, 1957).
En Hispanoamérica, el poeta peruano José M. Eguren (1872 1942) ha sido considerado como un precursor del creacionismo.
Pero Huidobro, sin duda, es su introductor y realizador en castellano. Veamos uno de sus Poemas árticos, como Luna
o reloj:
Las tardes prisioneras
En los rincones fríos
Y las canciones cónicas de los jardines
Golondrinas sin alas
Entre la niebla sólida
Angustia en mi garganta
Sobre la frente seca
Y en tus manos una estrella fresca
Después, en el valle sin sol
Un mismo ruido
La luna y el relojEn 1921 publica Huidobro la revista Creacionismo, da conferencias
en el Ateneo de Madrid sobre la Estética del movimiento y ven la luz pública Temblor de
cielo y Altazor, prescindiendo ya definitivamente de títulos franceses. Sus temas son los vuelos de estrellas,
los milagros cósmicos y las percepciones taumatúrgicas. Sus características, las del cubismo francés: esquematismo, ausencia
de puntuación, tipografía de blancos y espacios, etc.: Para Huidobro, el arte había pasado por tres etapas: reproducción (inferior
al medio), adaptación (equilibrio con el medio) y creación (superior al medio).
Su creacionismo lo explica: Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol, cada parte constitutiva y todo el conjunto
presentan un hecho nuevo, independiente del mundo externo y desligado de toda otra realidad que él mismo. Y en vez de cantar
los objetos, darlos en el poema (¿Por qué cantáis la rosa, oh, poetas ¡Hacedla florecer en el poema!).
Muerto el poeta, su hija recogió sus manuscritos inéditos (Últimos poemas, 1945). Huidobro ha influido sobre
la poesía chilena (Humberto Díaz Casanueva, Rosamel del Valle y los surrealistas del grupo la Mandrágora, como Teófilo
Cid y Braulio Arenas).
Con el título de Teoría del creacionismo (Madrid, 1951) el gran escritor chileno Antonio de Undurraga
hace un nueva crítica polémica sobre la poesía de Huidobro. Undurraga, como norma poética, cree preciso ... hacer llorar
la hoja, los gorilas y el agua, pero sin llanto. Sus libros poéticos (La siesta de los peces, Red en el génesis,
etc.) son de gran riqueza de léxico y novedad, con calor y sentimiento, pero con pudor de artista. Sus estudios críticos y
prosas son muy notables, como su invectiva contra el orbe mecanizado de hoy (El intelectual y su muralla china contemporánea).
En sus comienzos fue admirador de Pablo de Rokha (1894), original precursor de la poesía chilena contemporánea (Escritura
de Raimundo de Contreras y U).
Mencionemos también la poesía de los sacerdotes chilenos Luís Felipe Cotardo y Francisco Donoso G., que, a veces, llegan
al misticismo. Poeta es Juan Mújica, con mensajes de antigua dignidad de palabras e intensos lirismos (El carro
de la luz, Bodas de oro y Celeste nuncio). Una estricta selección de la poesía chilena hasta 1958 puede verse en
Atlas de la poesía de Chile, de Undurraga.
En 1939 se inició en Colombia el piedracelismo poético. Jorge Rojas, el poeta del Canto a Colón y Eduardo
Carranza, el de Canciones para iniciar una fiesta presentan una noble batalla en busca de una expresión poética nueva.
El poeta colombiano mas prestigioso es León Creiff (1895), cuya poesía, según Jorge Zalamea, "da audiencia al universo
que habita en su sangre". Otros nombres: Carlos García Prada, Germán Pardo García, etc. En las últimas generaciones parece
experimentarse una reacción neorromántica. Como ejemplo: la poesía clara de palabra y sentir de J. M. Vivas Balcázar, con
La voz del poeta, con temas octocentistas y becquerianos, y La luz y los laureles en el que, dentro de su realismo,
se ha modernizado su concepción poética.
INSTITUTO PRO DERECHOS HUMANOS Y SOCIALES DEL PERU
ONG organizacion
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